Hace unas semanas se puso en contacto conmigo una editorial para ofrecerme la posibilidad de publicar con ellos un libro en papel. En principio su idea era que publicara con ellos una versión reforzada de mi ebook disponible en Amazon «Como mejorar tu tienda online (87 consejos para crear o/y optimizar tu ecommerce)«.
Tras varios correos electrónicos en los que me trasladaron su propuesta, decidí declinar su amable ofrecimiento.
En las siguientes líneas compartiré qué me llevo a tomar una decisión que hace unos años hubiera sido impensable.
Siendo sincero, el pequeño % de beneficios que me hubiera quedado en cada venta fue un factor primordial. No era un «problema» de la editorial en cuestión, si no de la industria del libro de papel. Además del autor, también tienen que ingresar la editorial, el distribuidor, el vendedor, la imprenta…
Esto choca frontalmente con el escenario que pone Amazon, principal plataforma de autopublicación y venta de ebooks, a disposición de cualquier potencial autor. Y es que permite ingresar hasta el 70% de cada venta. Por ejemplo, de cada ebook que vendo de mi libro electrónico sobre ecommerce me quedó con 2.79€ siendo su precio de 3.99€. En la propuesta que recibí a «groso modo» se planteaban para mi unos ingresos en torno a 1’5€ por cada ejemplar vendido a un precio aproximadamente de 12.5€.
Por lo tanto, como tengo claro que no soy Dan Brown o Ken Follett las probabilidades de ganar un dinero reseñable con libros en papel para mi es muy baja.
Otro de los principales escollos que veía era tener trabajar con unos plazos de entrega muy marcados. Mi actividad principal es la rentabilización de páginas webs y por tanto mi prioridad son ellas. No quería estar supeditado a tener que «cerrar» la entrega de un libro y tener que dejarlas de lado durante una pequeña temporada. La autopublicación me permite distribuir mi tiempo y gestionar mis prioridades.
Por último y como no todo es el dinero, aunque como todo el mundo si no soy capaz de generarlo en mis horas de trabajo tengo un serio problema, me planteé si desde el punto de vista de promoción personal publicar un título en papel me podría ser interesante. Al final por ejemplo LuisClausin.com me cuesta dinero año a año pero de él obtengo otro tipo de beneficios (y espero sinceramente en este aspecto que lo mejor este por llegar). Pero, tras hacer una reflexión personal y consultarlo con varias personas, llegué a la conclusión que tener una obra en papel en pleno 2.014 no te debería abrir más puertas que un libro en formato electrónico. Y sobre todo para una persona, como yo, dedicada a internet. Quizás si se está en un campo en el que pueda haber dirigentes de generaciones antiguas que no han oído hablar de ebooks, Amazon… aunque lógicamente esos dinosaurios se irán extinguiendo más pronto que tarde. Está claro que si la editorial fuera grande y me prometiera una promoción importante la cosa se podrían ver con ojos diferentes… pero sinceramente no espero que nadie apueste tan fuerte por un libro sobre comercio electrónico de un autor desconocido.
Estos 3 «problemas» (bajo % de beneficios por venta, plazos de entrega y falta de repercusión adicional respecto al papel) no existen en la publicación electrónica, al menos para los autores independientes como yo.
¿Por qué comparto esto aquí? Pues porque estoy convencido plenamente que el futuro de los libros va hacia el forma electrónico ineludiblemente, lo cual es bueno tanto para los lectores (libros más baratos, comodidad de leer, no ocupan espacio, a un clic de cualquier libro en formato digital publicado en el mundo…) como para cualquier persona que quiera convertirse en autor (mayor % de beneficios, control total de la obra, potenciales clientes en todo el mundo…).
Con todo esto no quiero decir que yo piense que los libros en papel van a desaparecer. Lo que creo (yo y la mayor parte de la gente) es el libro digital es una oportunidad que se nos abre a TODO el mundo… pudiendo beneficiarnos TODOS tanto como lectores como autores.