Dice Tim Ferriss que escribir un diario sirve como limpiaparabrisas mental. Que cuando dejas los pensamientos más desquiciantes sobre el papel (la pantalla en este caso) afrontas el día con la mirada más limpia. Ese es uno de los objetivos de este post.
El otro escribirle a mi yo del futuro. Para que si en algún momento me va mejor en el side project en el que llevo trabajando 2 años y medio valore más lo que me costó lograrlo.
Porque en estos momentos me he llevado ya tantas decepciones que no negaré que he pensado en tirar la toalla. Asumo que, por no haber sido capaz de tocar las teclas correctas, gran parte de la culpa es mía … pero durante este periodo me han decepcionado bastantes personas.
Sin dar nombres, porque solo busco (auto) terapia, enumero varias situaciones:
1. Contacto con una persona y le explicó mi propuesta por correo electrónico. Me dice que le interesa y tratamos de cuadrar nuestras agendas para una reunión presencial. La primera cita se pospone porque le surge un viaje. A su vuelta volvemos a buscar fecha… hasta que deja de contestar mis mensajes.
2. Contacto con otra que también afirma estar interesada. Son tiempos de confinamiento, así que me pide unas semanas para conocer con qué presupuesto va a contar el siguiente ejercicio. La siguiente noticia que tengo de él, por la prensa, es que ha sido despedido. Ningún reproche, obviamente.
3. Me contacta un trabajador de una empresa bastante importante diciéndome que se quiere reunir conmigo en cuanto acabe el confinamiento. Cuando este finaliza va posponiendo la reunión… hasta que deja de contestar mis mensajes.
4. Me contacta una persona que acaba de fichar por una empresa con un cargo de gran responsabilidad. Básicamente su propuesta es que sea su mano derecha. Horas después tiene una reunión con su jefe para cerrar el presupuesto del siguiente ejercicio y al día siguiente acordamos volver a reunirnos para cerrar todo. Finalmente su propuesta es otra muchísimo más modesta, y acabo casi con la sensación de que la primera reunión la soñé. Pero bueno, no deja de ser una oportunidad de coger experiencia. A los meses abandono el proyecto por diversas razones. La gota que colmó el vaso fue una reunión a la que no acudió simplemente porque se le había olvidado. Previamente yo había tenido que mover algunos asuntos para adaptarme a su disponibilidad.
5. Contacto con una persona que dice estar tan interesada en mi trabajo… que horas después estamos reunidos en su despacho. En 15 días quiere hacerme una prueba y si acaban satisfechos empezaremos a colaborar regularmente. Le digo que por agenda sólo puedo a los 30 días. Sin problema. A los 30 días le contacto y me pide 15 días más porque están muy liados. Hasta hoy. No ha vuelto a contestar mis mensajes.
6. Contacto con una persona y me pide una demo de algunas cosas que tenía hechas. A los 30 minutos me llama por teléfono y me dice que es buenísima y que quiere que colabore con su empresa. Que le deje unos días para que hable con su jefe y sepa con qué presupuesto puede contar. Pasan las semanas, me vuelvo a poner en contacto con él y me dice que no es lo que necesitan. No cuela. Sólo quería usar la demo 30 días.
7. Me contacta una persona que quiere contratarme a jornada partida en su empresa. Le digo que me queda un día de vacaciones y que le llamo al día siguiente. Me dice que mejor ese día, que quiere que empiece ya. Le llamo, pero algunas cosas no las veo claras y le pido 48 horas para pensarlo (era una colaboración de 20 horas / semana). Al final le digo que si, pero quiero negociar pequeños aspectos del acuerdo. Me dice que no y se cierra en banda a cualquier tipo de negociación. En esas 48 horas alguien que le dijo no antes de llamarme a mi le dijo si o no me explico qué pudo pasar.
8. Me contacta una persona con bastante prestigio en el sector para charlar con el. Tenemos 2 reuniones de un par de horas casi consecutivas y parece entusiasmado con mi trabajo. Me dice que se va 30 días y que a la vuelta empezamos a colaborar “24/7 si yo quiero”. A los 2 meses le contacto y me pide unos días para cuadrar agendas. 2 semanas han pasado y sigo sin saber nada…
9. Me contacta un trabajador de una empresa para decirme que están buscando alguien con mis conocimientos para una colaboración puntual y que en los próximos días se pondrá en contacto conmigo. 2 semanas han pasado…
Esta es, muy resumida, mi historia hasta el momento con mi side project. Entiendo que no estés interesado en mi trabajo, pero no me digas que lo estás para luego desaparecer… Por lo menos dime “Oye, pensaba que hacías otra cosa distinta. No nos cuadra”. Quitando un único caso en el que me fui yo, porque pensé que mejor estar en un sitio dónde aprender en vez de estar sólo por figurar, todo han sido “promesas” no cumplidas. Y muchas de ellas situaciones en las que la comunicación la inició la otra persona.
Como sea verdad lo de “de derrota en derrota hasta la victoria” triunfo seguro… Al mal tiempo buena cara. O al menos intentarlo.